Afortunadamente la gravedad es mínima, no existe una patología laboral clara y grave derivada de este riesgo, es un riesgo más ergonómico de fatiga que de patología; sin embargo, su magnificación, con un alarmismo confuso, lo hace aparecer algunas veces como aparentemente grave.
Probabilidad-frecuencia
La generalizada implantación del trabajo con ordenadores en el sector de los servicios, dentro del cual se incluyen las oficinas, hace que el posible riesgo derivado de ellos afecte a un cada vez más elevado número de trabajadores.
La elevadísima frecuencia de problemas relacionados con la utilización de vídeo terminales hace que, a pesar de la poca gravedad de las lesiones, sea un punto de estudio de gran interés en el que hay mucho que avanzar.
Patología visual: la fatiga visual
Se han podido constatar una serie de alteraciones en el órgano de la visión, y ello sobre todo en relación a una mala utilización de los equipos con PVD’s y a la existencia de patologías previas (miopía, astigmatismo, hipertensión, diabetes, etc.).
La fatiga visual o astenopia puede definirse como una alteración funcional, de carácter reversible en su inicio, debida a solicitaciones excesivas sobre los músculos oculares y de la retina, a fin de obtener una focalización fija de la imagen sobre la retina. Se acompaña de una reducción de la capacidad necesaria en la realización de la tarea, constituyendo una señal de alarma.
Causas y orígenes
Este síndrome de fatiga visual puede tener un origen extraocular, como las situaciones de estrés psíquico, cansancio, preocupaciones, convalecencias, embarazo, etc. En estas situaciones hay una insuficiencia del músculo ciliar.
Las funciones de acomodación y convergencia del órgano visual se realizan a merced de la acción de los músculos ciliares y de los músculos extrínsecos del ojo. La insuficiencia de estos sistemas constituye la fatiga visual en sus dos vertientes acomodativa y de convergencia.
Los trastornos de que hablamos se presentan más frecuentemente en personas con defectos visuales desconocidos por ellos mismos o con mala corrección. También pueden aparecer en sujetos sin defectos de refracción, pero que pasan largos períodos de tiempo frente a PVD’s.
Factores que intervienen en la aparición de la fatiga visual
Factores intrínsecos:
- Ametropías: Hipermetropía, Miopía, Astigmatismo, Presbicia
- Disfunciones de la musculatura interna y externa
- Heteroforias: Esoforia, Exoforia, Hiperforia, Hipoforia
Factores personales:
- Edad
- Insatisfacción en el empleo
- Horas de actividad laboral
- Grado de actividad física extralaboral
- Presencia de hábitos tóxicos (alcohol, tabaco)
- Trastornos del sueño
Factores relacionados con el puesto de trabajo:
- Configuración del puesto y existencia de distancias de trabajo muy diversas (pantalla-teclado-documentos)
- Calidad de imagen de la pantalla
- Luminancia de las pantallas
- Acomodación sostenida en visión cercana
- Centelleos persistentes
- Contrastes invertidos
- Borrosidad de los caracteres
- Posición excesivamente vertical de la pantalla, que además está algo abombada
- Reflejos producidos por el texto, reflejos parásitos, ventanales, etc.
- Tipo de trabajo frente a la pantalla, frecuentemente monótono, repetitivo, etc.
- Condiciones de trabajo desfavorables como, conversaciones, ruido de máquinas, circulación de personal, recepción de clientes, variaciones de temperatura, corrientes de aire, etc.
Naturaleza de la fatiga visual
Se puede traducir en síntomas subjetivos, modificaciones fisiológicas y una bajada del rendimiento visual.
La fatiga visual se caracteriza por tres grupos de síntomas subjetivos:
- Oculares: sensación de tensión del globo ocular, sequedad del ojo, tensión o pesadez en los párpado y ojos, picores, sensación de ardor o de picor, sensibilidad a la presión. Pesadez del globo ocular, tensión ocular, prurito, hiperemia, lagrimeo, inflamación palpebral.
- Visuales: visión borrosa, visión doble, diplopía, bajada de la agudeza visual, dificultades de fijación, aparición de franjas coloreadas alrededor de los objetos, persistencia anormal de imágenes consecutivas, inestabilidad de la imagen dentro de su definición óptica y de su localización espacial, deslumbramientos. Fotofobia, visión confusa, debilitamiento de la visión y excepcionalmente, diplopía.
- Generales: cefaleas, náuseas, vómitos, somnolencia, sensaciones de vértigo.
Estos síntomas representan las últimas etapas de una sobrecarga visual prolongada. Las etapas anteriores son difíciles de identificar de otro modo que por las molestias y el conocimiento del esfuerzo requerido para focalizar.
Signos de comportamiento: aquí se incluyen toda una serie de actitudes, voluntarias o involuntarias, tomadas por los operadores para sobrellevar (vencer) los efectos del malestar visual. Pueden citarse a título de ejemplo los ajustes del nivel de iluminación artificial y natural.
Factores individuales
- Defectos visuales: Toda modificación, desconocida, en la vista del operador puede favorecer la fatiga visual. Las anomalías oculares son factores que requieren nuestra atención, en particular todas aquellas que entrañan un desequilibrio entre la visión de ambos ojos, o de la fusión binocular. Los pequeños defectos de refracción (astigmatismo o hipermetropía) pueden ser descubiertos por la fatiga que provocan durante el desarrollo del trabajo con PVD’s.
- Utilización de cristales correctores: Múltiples autores han observado una mayor incidencia de síntomas subjetivos de fatiga visual en aquellos individuos que utilizan gafas. Esto se debe a los problemas de profundidad de focalización, reflejos, etc. asociados a las lentes correctoras. Todo esto es especialmente importante en los casos de utilización de lentes bifocales. Si la graduación de las gafas utilizadas no es la correcta, pueden aparecer problemas de desequilibrio de fusión y/o agudeza visual insuficiente, todo lo cual favorece la aparición de la fatiga visual.
- Sexo: Los efectos parecen ser más numerosos entre las mujeres que en los hombres. Esto no quiere decir que el sexo sea el responsable, sino, probablemente que las mujeres, generalmente, se han dedicado a tareas más repetitivas.
- Edad: La disminución fisiológica de las capacidades visuales con la edad, tanto de la retina como de otros elementos del globo ocular, predispone a una mayor incidencia de la fatiga visual.
- Causas generales: Existe una serie de factores que favorecen la aparición de la fatiga visual, entre los que figuran, el tabaco, el alcohol, ciertos medicamentos, ciertas enfermedades oculares, afecciones generales, causas psíquicas y el estado precario de salud general del individuo.
Factores profesionales
- Entorno físico: La calidad de la iluminación resulta un factor primordial; hay que tener muy presentes las necesidades específicas de pantalla y documento. Iluminaciones insuficientes, irregulares, contrastes excesivos, reflejos, etc. hacen que la fatiga aparezca mucho antes. El entorno térmico contribuye también, pues una sequedad excesiva del aire puede deshidratar la córnea y causar la irritación de la superficie del ojo.
- Elementos materiales utilizados: Los medios utilizados también tienen gran importancia; la fatiga se manifiesta de manera especial al trabajar con ayudas ópticas (microscopios), microfichas y pantallas de visualización.
- Disposición del puesto de trabajo: Una correcta disposición de los elementos utilizados durante el trabajo reduce la frecuencia e intensidad de los síntomas. Por ejemplo, es muy importante que las distancias entre el ojo y pantalla, documento y teclado sean las mismas.
- Organización del trabajo: La duración del trabajo está directamente correlacionada con la frecuencia media y la intensidad de los síntomas. Este es uno de los motivos que permiten afirmar la necesidad de pausas periódicas en los puestos de trabajo con PVD’s.
- El contenido de la tarea: Aquellas tareas en las que la utilización de ordenador se realiza de manera no intensiva, como pueden ser las de carácter dialogante y en general complejo (programación), son menos fatigantes que las de entrada de datos. Aquí hay que resaltar la importancia de la presencia de micro pausas y la ausencia en estas actividades de acomodaciones constantes de la mirada entre los distintos elementos que conforman el puesto de trabajo.
Sintomatología
Los síntomas de la fatiga visual suelen aparecer por el siguiente orden: sensación de “tener ojos”, pesadez palpebral o pesadez de ojos, picores, quemazón, necesidad imperiosa de frotarse los ojos, somnolencia, escozor ocular, aumento del parpadeo, movimientos involuntarios de los ojos, dolorimiento en los globos oculares, cefaleas frontales, en nuca y temporales más adelante, visión borrosa y crisis de diplopía transitoria.
Suelen aparecer con cierta frecuencia conjuntivitis de aspecto crónico. Como alteraciones de la función visual aparecen: borrosidad de los caracteres debido a trastornos de la acomodación y duplicidad de los mismos por inestabilidad de la visión binocular.
Medidas de carácter preventivo
- Realización de exámenes médicos periódicos y corrección de las anomalías visuales.
- Elección adecuada del mobiliario y equipo de trabajo.
- Disposición de los puestos adecuada, especialmente en lo relativo a la calidad y cantidad de iluminación necesarias.
- Organización del trabajo adecuada, mediante la imposición de una serie de pausas y favoreciendo las tareas complementarias.
Fuente: Prevención Integral & ORP