Seguimos sin conocer todos los secretos de este coronavirus, pero se sabe que la inmunidad natural es de, al menos, seis meses; que existen otras células capaces de protegernos y que una vez superada la enfermedad, sólo se necesitará una dosis
Después del susto inicial, las personas que han superado el coronavirus se sienten más o menos aliviadas pensando que, por lo menos, ahora tienen la ansiada inmunidad. Son más de tres millones de españoles los que ya han podido disfrutar de esta “relativa” sensación de tregua frente al virus ya que, como todos sabemos, por ahora es importante seguir las mismas medidas de prevención. Sin embargo, a medida que van pasando los meses, comienzan las preguntas: ¿hasta cuándo seré inmune? ¿Y si los anticuerpos en mi analítica se han esfumado? ¿Puedo “pillarlo” otra vez? Aunque seguimos sin conocer todos los secretos del coronavirus, la ciencia los va desenmascarando y estas son las respuestas a algunas de las preguntas que todos nos hacemos hoy en día.
¿CUÁNTO DURA LA INMUNIDAD TRAS HABER SUPERADO LA ENFERMEDAD?
No sabemos al 100 % cuál es la duración media de la inmunidad tras haber pasado la enfermedad, pero los estudios apuntan a que en la mayoría de los casos es, al menos, de seis meses. ¿Esto significa que a los seis meses me puedo volver a contagiar? Es posible volver a contagiarse, pero, en general, en estos casos la infección suele cursar de manera leve. En seis meses no se produce un “reset” que nos envía de nuevo a la casilla de salida. Si fuera así, un año después, tendríamos en los hospitales a muchas personas que pasaron la enfermedad en la primera o la segunda ola y que han vuelto a cruzarse con el virus en su camino. Y sin embargo esto no está sucediendo de manera generalizada. Son anecdóticos los casos en el mundo en los que, a día de hoy, la segunda infección ha cursado de forma más grave que la primera.
EN LA ANALÍTICA YA NO APARECEN ANTICUERPOS. ¿HE PERDIDO LA INMUNIDAD?
Quien tiene anticuerpos tiene un tesoro y hay quien llora su pérdida más que si hubiera perdido una muela. Debemos seguir las mismas medidas de prevención, pero sin agobiarnos. La desaparición de los anticuerpos (o incluso el hecho de que nunca hayan aparecido en la analítica a pesar de haber superado la enfermedad) puede deberse a varios motivos. En primer lugar, a las diferentes técnicas de detección en los laboratorios.
Estas técnicas pueden variar y es previsible que vayan perfeccionándose con el tiempo. Pero incluso en el “peor escenario”, en el caso de que los anticuerpos hayan ido decayendo para al final desaparecer, tampoco debemos pensar que vamos por la vida “desnudos ante el virus”. En esta batalla frente al coronavirus, además los famosos anticuerpos, también luchan a las células T. Son células de memoria capaces de destruir células infectadas por el virus. Estas células T podrían ser más “longevas” que los anticuerpos y se cree que incluso menos vulnerables a las mutaciones. Por tanto, esto nos ofrecería cierta protección durante más tiempo.
¿PUEDO HACERME UNA ANALÍTICA PARA VER SI TENGO “CÉLULAS T”?
Ojalá fuera tan fácil como hacerse un test de anticuerpos, pero lamentablemente no es posible. Para detectar las células T se necesita una prueba muy laboriosa y costosa que no está disponible para el público general. Lo sé, planteado así, creer en las células T resulta lo más parecido a un acto de fe: hay que creer sin ver. Asumir esto ahora mismo, cuando lo que todos queremos es ver nuestra inmunidad impresa en un papelito con el sello y firma del laboratorio, realmente es complicado. Sin embargo, debemos confiar en la ciencia y en los resultados que se van viendo en los estudios, que son muy positivos en este sentido.
SI YA HE SUPERADO EL CORONAVIRUS… ¿TENGO QUE VACUNARME?
Como comentábamos en la primera pregunta, se estima que la inmunidad tras superar la enfermedad es al menos de seis meses. En este sentido, y teniendo en cuenta que andamos escasos de vacunas, las sociedades científicas recomiendan que durante el tiempo que mantengan sus anticuerpos estas personas “ahorren” su dosis al sistema. Con esas “dosis extra” ampliaremos más rápidamente el porcentaje de vacunados, que es el objetivo prioritario para acabar con el virus. Aquellos que han superado la infección y renuncian momentáneamente a sus dosis, podrán vacunarse más adelante y habremos ganado un tiempo precioso.
SI HE SUPERADO EL CORONAVIRUS… ¿ME PONGO UNA DOSIS O DOS?
En estos casos, según se ha observado en varios estudios, una sola dosis es suficiente para que las personas que han superado la enfermedad tengan la misma inmunidad o superior a los que aún no se han infectado y se ponen sus dos dosis. Es decir, la infección natural por el coronavirus serviría de “primera dosis”.
¿NOS TENDREMOS QUE VACUNAR CADA AÑO COMO HACEMOS CON EL VIRUS DE LA GRIPE?
Aún no sabemos hasta qué punto las vacunas podrán defendernos frente a todas las nuevas variantes. Ya hemos observado que algunas de ellas disminuyen significativamente su eficacia, por ejemplo, frente a la variante sudafricana. Y es que, por decirlo llanamente, cada virus es de su padre y de su madre. Mientras el virus de la gripe muta mucho y hay que crear nuevas vacunas cada año, otros virus como el del sarampión son más estables y, simplemente con vacunarte de niño, vas servido para toda la vida. Parece ser que el coronavirus se queda a mitad de camino. Ni va a cambiar de aspecto como de ropa interior, imitando a su primo el de la gripe, ni es “para toda la vida” como el virus del sarampión. Irá mutando y puede que hagan falta dosis de refuerzo. También es posible que con el tiempo consigamos vacunas más completas, que ofrezcan inmunidad más duradera.
La ciencia, poco a poco, seguirá desenmascarando los secretos del coronavirus. Mientras tanto tengamos paciencia, cabeza… y mascarilla.
Fuente: elmundo.es